¡Qué ilusión traía!
tomó de equipaje su alma
siguió la huella de su canto.
Rodó el tul del pudor
en el clamor de sus ansias
fundieron su piel en una.
¡Qué ilusión traía!
buscaba sus brazos
y espadas estrujaron su ser.
No importaba nada...
Sólo anhelaba la dulzura de su mirada,
aunque en ello se le fuese la vida.
Xenia Mora Rucabado
Me gusta mucho tu poesía. Que el propio autor los lea....eso es magnífico. ¡ CHAPEAU!
ResponderEliminarMuchas gracias Jorgitzky!
ResponderEliminarEs muy grata para mí tu presencia en mi blog.
¡ FELIZ AÑO NUEVO!!
Un abrazo
Xenia
Me encantó Ángel caído, gracias por compartirla. Muchas bendiciones. Besitos
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