jueves, 24 de febrero de 2011

SOÑARÉ UN CREPÚSCULO NUEVO


Soñaré
Soñaré un crepúsculo nuevo
de manos unidas.
Con el crepitar 
de encendidos diamantes
arrobarán nuevos colores
al recostarme en la orrilla
de mi sueño en mi mar.

Haré resucitar
de mis labios palomas,
para que borden azahares
con nidos de besos
que vivan en tu alma.

Desandarè caminos
 encrucijadas sombras
de engañosas beldades.
y soltarè los pétalos marchitos
en anillos de humo.

Con la luz del sol
ungiré mi cuerpo
de caricias de abrigo
en este nublado invierno,
sin permitir el paso
a la gélida melancolía,
que pretende instalarse
en la piel de mi alma.

Xenia Mora Rucabado

domingo, 20 de febrero de 2011

DOLOR


Estoy aquí con los brazos extendidos
pariendo la inmensidad de mi dolor.

Tengo mis ojos enlutados en un abismo
rasguñando la tierra por emergerme.

Partieron todos los espejos de mi vida
incrustadas  las esquirlas en mis huesos.


Estoy enredada en la telaraña de mi tristeza
sin poder comprender el misterio de la muerte.

Xenia Mora Rucabado


martes, 15 de febrero de 2011

LA MUERTE DE LA ROSA CARMESÍ


En un jardín desierto,
una rosa habita
la utopía del recuerdo.

Si intento acariciarla,
sus pétalos anemia crujen
con un dolor muy hondo
gélido, como el silencio.

Si quiero darle cobijo,
derrama lágrimas de escarcha
por pretéritos setiembres
de amante carmesí.

Hoy pretende en vano
sobrevivir la rosa,
 le recorre hielo
la médula de su espina.

Con la corola sangrante
y acongojados ojos
junta uno a uno
sus pétalos ya marchitos.

En el último gemido
suplica la rosa:
"déjenme sola
 me duele morir"


Xenia Mora Rucabado

domingo, 6 de febrero de 2011

SEMILLAS DE LUNA


En tenue trasluz de noche
como arco iris de sueños
sales volando por el campo.

Vas con tu vestido de espuma
como un ave ligera,
ligera como el aire.
Tan etérea vas
que no sientes
el dolor que sangra.

Llevas el estigma del cenit
en el recuerdo de piel.
Resurges en vértices de luz
llevando semillas de luna.
En tu dormitorio de noche
las riegas en silencio,
las acunas las besas
para que florezcan con las estrellas.

Xenia Mora Rucabado