La espada del hambre
cruje el cimiento
de las huellas en la calle.
Es inútil maquillar
los harapos
de unos huesos.
Una voz en el asfalto
con las manos heridas
busca un mendrugo de luna.
Y la noche inhala
los quejidos
de unos pasos de aire.
Xenia Mora Rucabado
El dolor involucrado en tu poesía. Como que se hizo dolor en tu poema.
ResponderEliminarBravo bella!!
Muy bien plasmado.
Te quiero amiga!!
Querida amiga Nerina:
ResponderEliminarTe agradezco que hayas visitado mi blog.
Tus palabras son hermosas. Te quiero mucho amiga!!
Un abrazo gigante
Xenia
Impresionante, profundo, real, Felicitaciones
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