domingo, 16 de septiembre de 2012

ÁNGEL CAÍDO II



Malherida
con aguerridas alas,
la voz del ángel
evade tormentas.


Tules de ortigas
cubren su piel,
la sequía de caricias
corteja su duelo.

La infinitud es aguijón
que infecta su recinto,
con el filo del abandono
es huérfana.

En lo profundo de su alma
sumida en el limbo,
agonizando su canto
pronuncia un nombre.

Xenia Mora Rucabado

ÁNGEL CAÍDO I




¡Qué ilusión traía!
tomó de equipaje su alma
siguió la huella de su canto.

Rodó el tul del pudor
en el clamor de sus ansias
fundieron su piel en una.

¡Qué ilusión traía!
buscaba sus brazos
y espadas estrujaron su ser.

No importaba nada...
Sólo anhelaba la dulzura de su mirada,
aunque en ello se le fuese la vida.

Xenia Mora Rucabado